HABLAR MAS DE DOS LENGUAS

Los dias en que el  hablar más de una solo idioma era realmente una ridiculez, aún cuando fuera mas ridiculo no hacerlo, es hoy casi tan necesario como salir de compras al Mall, o quizas subir al auto nuevo y salir a dar una vuelta sin direccion aparente, ya que la idea no es el paseo, sino mas bien el  mostrar la nueva compra y la representacion de estatus que esto te genera. Nada mas cierto, pero una realidad hoy por hoy, entonces ¿A que le damos mayor importancia? a los placeres de esta vida mundana, llena de caretas y artilugios artificiales de placer. Un placer somero y nada sustentado, o quizas mas bien ambiguo, el cual busca derribar los anhelos pasados, de aquella persona valoricamente correcto o mejor dicho escrupulosamente criada, a la que hasta el hablar del pedo, era un pecado capital.
Ahora bien, por otro lado esta, este placer sencillo, espiritual, sustentado no en la creencia ni en la religiosidad, sino mas bien en el placer de la trascendencia, el conocimiento que va mas allá de nuestra mirada mortal, sino que el cumplir el deseo fantasioso del copular con lo que nuestra mente esta dispuesta a imaginar, sin mayores pretensiones que el solo placer de saber y que nuestra alma flote en un cielo de virtudes y paz.
Por esto el hablar mas de una lengua es mas que una necesidad intelectual, se trata de ubicarnos en un nivel donde el entender lo desconocido y los significados de otros cuestionamientos mucho mas elevados cada vez que nos permitamos trascender.

Por Cristian Cornejo